En la actividad física existen ciertas creencias o mitos que a través del tiempo se arraigan entre las personas y muchas veces son las causantes de errores a la hora de ejercitarse.
Así por ejemplo, muchas personas tienen la creencia que se pueden perder kilos a través del sudor, algo totalmente erróneo ya que si por ejemplo se practica ejercicio físico por una hora y se suda copiosamente ese kilo perdido se recuperará de inmediato ya que era sólo agua y no grasa, teniendo en cuenta además que cada kilo que se pierde equivale a un litro de agua aproximadamente.
Otros le atribuyen al ayuno una manera perfecta de adelgazar y llegar al peso ideal. En realidad, el ayuno por lo general producirá fatiga y cansancio ya que aquello que se reduce son los depósitos de energía del cuerpo y puede generar además una pérdida de masa muscular importante y deshidratación.
Existen mujeres que practican solo gimnasia localizada con la creencia que perderán grasa en los lugares donde se encuentran esos “rollos” indiscretos y en realidad el cuerpo no trabaja de esa forma.
No es posible eliminar la grasa tan solo de aquellas partes en las que se desea reducir, ya que cuando se consumen mayor cantidad de calorías de las que el cuerpo puede gastar éste recurre a sus reservas para obtener de ellas la energía necesaria e incluyendo las zonas problemáticas pero no puede seleccionar sólo rescatar de allí la energía.
En cuanto a la dieta, la creencia que consumir una cantidad extra de proteínas hará que se incrementen el volumen y la fuerza de los músculos, la realidad es que el entrenamiento es el único capaz de incrementar tanto el volumen como la fuerza de los músculos. Ingerir gran cantidad de proteínas tanto de alimentos como de suplementos a base de aminoácidos no aportará al organismo en general ni a los músculos en particular ningún tipo de beneficio adicional.
También existe la creencia que la creatinina puede crear masa muscular, algo totalmente inexacto teniendo en cuenta que la creatinina es un compuesto orgánico que se genera a partir de la degradación de la creatina (nutriente para los músculos), pero no existen hasta hoy estudios que puedan determinar si es efectiva como suplemento.
Otra creencia es que el consumo de sal puede prevenir calambres musculares. Un verdadero mito ya que la razón de los calambres es que al agotarse el glucógeno (azúcar producida en el músculo) comienza la producción de ácido láctico que cuando se acumula en el músculo provoca una “hipercontracción” brusca que causa un fuerte dolor y rigidez.
Estas son sólo algunas de las creencias con relación a la actividad física y a los alimentos que es necesario desterrar sobre todo porque la práctica de algunas de ellas puede inclusive causar daños a la salud y hacer que la calidad de vida sea deficiente.
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