La obesidad y el sobrepeso han cobrado importancia en la sociedad actual tanto como un problema estético como también por las consecuencias que traen para la salud de quien padece estos problemas.
Según las estadísticas el 20% de los hombres y 25% de las mujeres en el mundo pasan en algún grado su peso ideal.
Por otra parte, las personas obesas enfrentan situaciones difíciles donde por un lado se muestran inconformes con su peso y apariencia y por el otro no pueden dejar la comida de lado ni adquirir nuevos hábitos alimentarios saludables que les permitan adelgazar y mantenerse en un peso razonable.
Por ello, generalmente buscan soluciones sencillas y casi milagrosas y son blanco fácil de dietas milagrosas y promesas de adelgazar sin esfuerzo con determinada preparación natural, ya sean hierbas o algas.
Como parte de este sistema los termogénicos han aparecido en escena hace un tiempo y pueden encontrarse en todas las tiendas. Su promesa es la de quemar grasa y con ello bajar de peso de forma sencilla.
Los especialistas en nutrición aclaran que la mayoría de los termogénicos contienen formas herbales de cafeína y también algunos alcaloides de efedrina.
Con el tiempo se comenzó a realizar una combinación de efedrina y cafeína, la cual al ser investigada científicamente dio que quienes la ingerían lograban bajar de peso.
Otras investigaciones realizadas con cafeína dieron también como conclusión que ese tipo de compuesto produce la reducción de la grasa corporal y ayuda a mejorar el sistema nervioso central.
Pero estudios hechos con posterioridad sobre la combinación de ambas sustancias dejaron bien en claro que sus propiedades pueden potenciarse a un grado tal que la reducción de peso puede ser muy importante. Conforme se llevaron adelante más estudios comenzaron a salir a la luz los efectos secundarios de este tipo de combinación.
Han sido publicadas investigaciones que advierten sobre las consecuencias adversas del uso de efedrina y cafeína para adelgazar.
Entre los problemas detectados se mencionan la presión arterial elevada (hipertensión), palpitaciones, taquicardia, infarto y en algunos casos convulsiones.
En la actualidad, se siguen realizando investigaciones al respecto, pero vale la prevención ya que muchas fórmulas como los termogénicos se comercializan como productos naturales sin contar con un soporte científico de peso y que le de validez a su eficacia.
Por lo tanto, volver a los métodos tradicionales es una buena decisión, cambios de hábitos alimenticios, dieta equilibrada y ejercicio físico son los pilares que sustentan un adelgazamiento hecho de forma correcta y sin efectos secundarios nocivos para la salud.
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