Para perder peso, es necesario lograr una reducción gradual de la grasa que se encuentra almacenada en las “células grasas” individuales.
Sin embargo, una vez que se logra bajar de peso, se produce un problema estético que es reducir también el volumen del tejido graso que queda depositado en zonas como cintura, abdomen y glúteos.
Una nueva alternatica es la Cavitación un tratamiento nuevo basado en el efecto beneficioso que el ultrasonido provoca en los líquidos y que crea grandes burbujas de vacío y que por medio de la oscilación rápida de cambios de presión, produce una densidad que es suficiente para romper la membrana llamada acipocitaria y logra destruir todas las células grasas.
Estas células grasas son reabsorbidas tanto por sangre como por el sistema linfático y con la técnica empleada se produce un resultado estético muy similar al de una liposucción, con la ventaja que no se trata de una intervención quirúrgica.
Los resultados pueden observarse desde las primeras sesiones logrando una reducción importante de centímetros, además de modelarse la figura, permitiendo una eliminación progresiva de la grasa acumulada.
Por otra parte, los deshechos se eliminan de manera natural por vías fisiológicas como orina, por lo cual se indica beber luego de cada sesión una buena cantidad de agua en el día.
Según los especialistas, lo ideal son de ocho a diez sesiones con las cuales se logran resultados visibles.
Se trata de una técnica indolora, donde se aplican además posterior al tratamiento un masaje o drenaje linfático en las primeras 24 horas como una forma de favorecer la absorción de las grasas movilizadas.
Antes de tomar la primera sesión es importante realizar una consulta para un diagnóstico preciso de las zonas a tratar, además de realizarse un historial clínico y un estudio de sangre y orina.
Como frecuencia se recomienda una sesión de cavitación cada 4 o 5 días durante un lapso no inferior a 8 semanas.
Un tratamiento novedoso, no invasivo y que logra modelar la figura de forma excelente.
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