Cuando se realiza ejercicio físico el propósito principal es perder calorías tanto durante el entrenamiento como después, que es el momento en el que el cuerpo se está recuperando.
Muchas personas piensan que es efectivo centrarse en un área determinada para quemar la grasa de esa zona, pero esto es erróneo, el ejercicio no funciona de esta forma.
No puede perderse peso ni mágica ni milagrosamente grasa de una zona en especial con sólo hacer unos cuantos ejercicios. Esto significa que no puede reducirse el volumen de esta forma en realidad se trata de un proceso un poco más complejo.
Quemar grasa no es igual a cómo se construyen músculos, ya que cuando se emplea la fuerza en la construcción del músculo sólo se está haciendo un esfuerzo en uno o varios de ellos en especial y que ya han ido paulatinamente ganando volumen, no sucediendo igual cuando lo que se quiere es quemar grasa de una zona en especial.
Al realizarse cualquier tipo de ejercicio físico lo que se quema es la grasa de todo el cuerpo, por ello las personas que hacen por ejemplo cien abdominales no logran perder grasa del abdomen más rápido. En cambio realizando una buena serie de ejercicios que complementen todas las partes del cuerpo si ayudarán a quemar también la grasa del abdomen.
Para perder grasa de forma efectiva existen presupuestos que son esenciales como la nutrición que es primordial para la quema de grasa.
Seguir los buenos principios en cuanto a una nutrición adecuada es importante para perder grasa de forma progresiva, por ello es necesario:
- Hacer varias comidas pequeñas durante todo el día en vez de una o dos comidas grandes.
- Contar las calorías totales consumidas en toda una semana y no hacerlo diariamente.
- Conocer la cantidad de calorías que se deben de comer diariamente para lograr mantener un peso corporal adecuado con relación al físico y también a la edad.
- No realizar las dietas milagrosas con las que se baja de peso rápidamente pero no se pierde grasa sino músculo.
Para lograr perder grasa existe un principio lógico que es comenzar por la reducción de calorías, aproximadamente unas 300 a 400 calorías diarias y agregar tres tipos de ejercicios en esa primera semana.
Evitar consumir alimentos que sean pesados y con grasa, además, se deben sustituir todas las bebidas dulces por agua o té verde que ayudan a quemar calorías, que al igual que el agua colaboran para desintoxicar el organismo.
El bajar de peso jamás debe transformarse en una tortura sino que debe sentirse como un acto saludable.
Reformular la dieta, bajar la ingesta de calorías vacías, comenzar una actividad física e incrementándola de forma paulatina, son los pasos seguros para llegar al obejtivo deseado de bajar de peso.
Además bajar de peso de manera progresiva evitará el famoso y tan temido efecto rebote, con el cual en vez de bajar de peso de forma lenta se adelgaza de forma rápida y de la misma manera de volverá a recuperar el peso perdido. Esto ocurre porque no se ha hecho un cambio profundo en cuanto a una alimentación sana y conrtolada.
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