Llevar a cabo una Dieta baja en Hidratos de Carbono es aconsejada para las personas que quieran bajar de peso. Lo importante para que tenga éxito y no se vuelva peligrosa para la salud es que sea variada y permita brindarle al organismo todo lo necesario para permanecer en equilibrio.
Al ingerir hidratos de carbono en exceso el nivel del azúcar en la sangre aumente y el organismo reacciona liberando insulina. La insulina hace que las células absorban azúcares y las células grasas no llegan a liberar sus excedente, entonces no puede ser usada como combustibles, hecho que hace que engordemos o no bajemos los kilos necesarios. Esto tiene dos consecuencias, por un lado las grasas no son liberadas y no son usadas como combustible, por otro lado las células llegan a absorber el azúcar en sangre que mediante diferentes procesos que termina como depósito de grasas.
Al llevar una dieta baja en hidratos de carbono permite que el cuerpo no libere estos altos niveles de insulina y el cuerpo utiliza las grasas como combustible para mantener las energías necesarias y así continuar con nuestras actividades cotidianas.
En una Dieta baja en Hidratos de Carbono solo se puede consumir 30 gramos por día. Así el cuerpo tendrá la capacidad de quemar todas las grasas que se ingieren. La idea no es comer menos sino cambiar la forma de alimentarnos, siempre acompañando de una buena actividad física y con controles periódicos de un médico. Esta no es una tarea fácil, pero no hay que asustarse porque tampoco es imposible de lograrlo.
Este tipo de dieta esta pensada para bajar de peso de forma más rápida, teniendo en cuenta que existen algunos riesgos, de ahí la importancia de acudir al médico periódicamente.
Si llevas adelante este tipo de dieta deberás moderar el consumo de arroz, pan, pasta y diferentes productos en base a trigo. Esto no significa que debes sacarlos definitivamente de tu alimentación sino que debes reducir notablemente el consumo, podrás ingerirlos pero en porciones pequeñas y no todos los días, veras como el organismo con el paso de los días va requiriendo menos.
Elige consumir verduras o frutas, si las preparas en ensaladas condiméntalas con una cucharadita de aceite. Entre comidas nada mejor que una rica y fresca fruta de estación.
También puedes ingerir; alimentos ricos en proteínas, carnes magras, lácteos, pesados (azules, que son ricos en Omega 3), huevo,
Fuente de Foto 1 | Flickr – Ranald Dueñas
Fuente de Foto 2 | Flickr – Paul Lowry
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