En torno de las dietas y las diferentes formas de adelgazar existe gran cantidad de información, mucha de ella sirve para comprender mejor como funciona nuestro organismo y otra puede no ser tan acertada o buena, trayendo confusión en aquellas cosas que deben o no hacerse para bajar de peso.
Así, por ejemplo muchas personas tienen la creencia que deben eliminar totalmente la grasa de su dieta. Sin embargo, esto puede ser perjudicial para la salud ya que el cuerpo necesita una proporción de grasa diaria para satisfacer sus necesidades.
Por otra parte, la grasa se digiere de manera lenta y esto es fundamental para estabilizar el nivel de azúcar en sangre. La falta de grasa en la dieta genera continuos deseos de comer porque el organismo no se encuentra satisfecho.
Además, algunos alimentos que son libres de grasa contienen una gran cantidad de azúcar que se utiliza para optimizar el sabor y es sabido que el azúcar provoca mayor deseos de comer.
Por ello, no es necesario eliminar la grasa de forma radical de la dieta para adelgazar, sino que deberá consumirse de forma moderada con alimentos que posean grasa saludable como por ejemplo las nueces, salmón, aguacate, productos lácteos con baja cantidad de grasa y por supuesto el aceite de oliva.
Lo mismo ocurre con los carbohidratos, que tienen un importante papel dentro de una dieta para adelgazar y lograr que sea equilibrada y saludable. Al eliminarse de forma total los carbohidratos se perderán una buena cantidad de peso en el comienzo de la dieta pero ese peso no es grasa sino agua que el organismo pierde de forma importante.
Esto ocurre porque los músculos no sólo almacenan carbohidratos sino también hacen lo mismo con el agua y cuando los depósitos de carbohidratos se terminan se comienza a eliminar agua. Por esa razón el peso que se pierde en ese proceso suele recuperarse rápidamente.
Por otra parte, los carbohidratos son una importante fuente de energía para el cuerpo y generan una sensación de bienestar. Por ello, se deberán incluir carbohidratos complejos en la dieta diaria, pero de una manera equilibrada y razonable como por ejemplo frutas, vegetales, semillas, nueces y granos enteros.
Los refrescos y dulces de todo tipo es recomendable evitarlos porque contienen gran cantidad de calorías y hacen que el cuerpo necesite cada vez más cantidad de alimentos dulces.
Para bajar de peso deben quemarse más calorías de las que se ingieren, esta es una regla básica y fundamental por la cual se deben quemar mayor cantidad de calorías de las que se ingieren diariamente.
Sin embargo, no es necesario ni prudente hacerlo en exceso porque al ingerir pocas calorías el metabolismo se desacelera y se comienza a perder masa muscular.
La dieta ideal es la de un mínimo de 1200 calorías por día y si además se realiza ejercicio físico en forma frecuente esta cantidad de calorías se deberán incrementar de manera proporcional.
Evitar consumir productos lácteos es otro de los errores que a menudo se cometen y esto se debe a que la creencia es que éstos son altos en grasa y lactosa
Si bien cierto que el consumo exagerado de productos lácteos contribuye a ganar algunos kilos, todos ellos contienen una hormona “calcitrol” que se encarga de decirle al cuerpo que queme más grasa y por otra parte, la proteína que contienen los productos lácteos provocan sensación de saciedad por un mayor lapso de tiempo. Lo adecuado es consumir productos lácteos bajos en grasas sin sobrepasar las tres porciones diarias.
Desterrar creencias que no siempre son del todo verdaderas y no basarse sólo en el peso pensando que éste es la base del éxito de una dieta para adelgazar, utilizando otros parámetros para medir los avances en la dieta, como tomar las medidas del cuerpo y llevar un registro de la cantidad de centímetros que se pierden, son hábitos saludables que llevan a adelgazar de una forma segura.
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