Pilates es un tipo de entrenamiento completo que abarca no sólo la parte muscular sino también la respiración, por estas razones quienes lo practican ven cambios profundos en su cuerpo y también a nivel anímico.
La respiración es parte integral de esta disciplina, aprender a respirar de la manera correcta es un 50% del entrenamiento.
La rutina Pilates comienza con una serie de ejercicios de calentamiento para “despertar” los músculos. Generalmente el instructor verá cuál es el nivel correcto para cada practicante como una forma de alinear bien las articulaciones.
También, el instructor es el encargado de diseñar los ejercicios para cada alumno teniendo en cuenta el nivel más adecuado y según su aptitud física.
Cada uno de los ejercicios debe permitir liberar y relajar los músculos que lo necesiten, fortaleciendo aquellos que se encuentran débiles, mejorando la postura y logrando un equilibrio perfecto.
De esta forma se conseguirá alineación, fuerza, coordinación, buena postura y trabajar la flexibilidad del cuerpo.
Cuando el entrenamiento con el método Pilates se realiza de forma adecuada se comenzará a respirar mejor y se aprenderá a trabajar los músculos sabiendo cuándo y cómo estirarlos.
Los músculos también se trabajarán con carga y esto les dará fortaleza pero no los hará más grandes ni se perderá la flexibilidad.
Al terminar la sesión de Pilates se sentirá el cuerpo más relajado y con mayor energía ya que él ha sido trabajado en cada uno de sus músculos, los cualesse han ejercitado en profundidad.
Un buena sesión de Pilates, hecha de forma correcta brinda beneficios excelentes para el cuerpo y también para la mente, ya que la relajación posterior hace dejar de lado el estrés y todo tipo de dolores como el de espalda o columna, saliendo de la clase totalmente renovado.
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