Cuando deseamos tener energía nada mejor que acudir a los hidratos de carbono, ellos nos brindan toda esa fuerza vital que necesitamos para hacer frente a un nuevo día. Por ello, los hidratos de carbono ocupan un lugar importante en nuestra alimentación.
Sin embargo, suele caerse en el error de pensar que cuanta mayor cantidad de hidratos de carbono se ingieren mayor será la energía y la buena predisposición para la realización de cualquier actividad, algo que es totalmente erróneo.
Es fundamental elegir de manera correcta el tipo de hidratos a ingerir teniendo en cuenta que no todos son iguales cuando de energía se trata.
Así, ingerir hidratos que provienen de harinas refinadas y dulces que se fabrican también a partir de azúcares refinados, algo que la mayoría de las personas hacen.
Esto nos dará una energía casi instantánea, pero el mondo en que nos brinda esa energía suele ser contraproducente ya que a largo plazo nos sentiremos cansados.
Los hidratos que provienen de harinas refinadas (hidratos de carbono simples) son asimilados por el organismo de forma muy rápida lo que produce que los índices glucémicos aumenten de forma veloz y por lo tanto tendremos energía inmediatamente. Esto nos sirve cuando vamos a realizar algún tipo de actividad en concreto en ese momento, pero el problema se presenta si no consumimos esa energía.
En el caso mencionado, los índices glucémicos tienen la tendencia de bajar de la misma forma que subieron, produciendo una baja de energía casi instantáneamente y como consecuencia de ello nos quedamos sin fuerza.
Si lo que se desea es mantener esa energía cargada por mayor cantidad de tiempo deberemos consumir otro tipo de hidratos de carbono, allí aparecen entonces los hidratos de carbono complejos que se encuentran en azúcares integrales y harinas, estos hidratos complejos son asimilados por el cuerpo de forma lenta y hace que tengamos la dosis de energía suficiente pero de forma progresiva.
Por lo tanto, cuando consumimos hidratos de carbono complejos estaremos proveyendo a nuestro cuerpo de una energía que durará mucho más tiempo y además, evitará que un exceso de glucosa pueda acumularse en el organismo formando los “depósitos de grasa”.
Una dieta saludable incluirá siempre vegetales, frutas y granos todos estos ricos en carbohidratos complejos.
Asimismo, es necesario comprender que no podemos eliminar los carbohidratos totalmente de la dieta sin que ello nos ocasione problemas, ya que además de darnos energía y contener nutrientes los vegetales, frutas y granos poseen fibra, importante para nuestra salud y bienestar.
Los carbohidratos que debemos evitar son las harinas refinadas que se encuentran en panes, postres y pastas y el azúcar refinado, que en grandes cantidades, son ricos en calorías y muy pobres en nutrientes.
Para bajar de peso debemos limitar el consumo de estos alimentos y comerlos sólo en determinadas ocasiones, así con una dieta equilibrada y manejando las calorías, podremos mantenernos en un peso ideal o adelgazar si es lo que estamos necesitando.
Foto fuente: Flups
Deja un comentario