Nutriente indispensable en nuestra dieta, la fibra es beneficiosa si lo que buscamos es adelgazar y conservar el peso alcanzado.
Las fibras dan sensación de saciedad en forma más rápida y permanecen en el estómago por más tiempo. Por ello, reducen la velocidad de la digestión y generan sensación de saciedad por un período mayor de tiempo.
De esta forma comemos menos y consumimos menos calorías. Las fibras también mueven la grasa por el sistema digestivo de forma que ésta es menos absorbida.
Cuando nuestra alimentación no contiene una cantidad adecuada de fibras, los carbohidratos que consumimos son digeridos de forma acelerada y provocan un rápido aumento de la insulina y esto genera acumulación de grasa.
Además, ese pico de insulina es seguido de una caída en el nivel de la misma, dejándonos cansados y deseosos de comer algo con alto tenor de azúcar. Este ciclo al repetirse en forma continua además de no permitirnos adelgazar nos hace engordar aún más, por todas estas razones la fibra es una gran aliada para adelgazar.
Aumentar el consumo de ella es fundamental para nuestra salud y también para nuestro peso.
Añadir en el almuerzo o en la cena ensaladas compuestas por vegetales y hortalizas crudas, además de consumir diariamente frutas, comer cereales integrales mezclados con yogur o leche desnatada, cambiar el arroz blanco por arroz integral, añadir semillas de lino, sésamo o trigo a sopas y caldos, son todas variables saludables que aportarán fibra y salud a nuestro organismo.
Por último, es necesario tener en cuenta que para incorporar alimentos con fibra a nuestra dieta diaria deberemos hacerlo de manera paulatina ya que nuestro organismo debe acostumbrarse al cambio.
Foto SXC
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