La cena de Navidad tiene como característica principal la reunión de la familia alrededor de una mesa con comidas tradicionales que se preparan especialmente para la ocasión.
Previo a esa festividad ya ha habido reuniones con amigos, cenas, almuerzos y festejos que también incluyeron comidas generalmente copiosas.
Todo esto hace que el consumo de alimentos calóricos sea mayor y por ello es necesario determinar una regla para no ganar kilos de más que luego son difíciles de eliminar.
Existen así alimentos más energéticos que deben ser consumidos con moderación y otros que pueden incluirse tranquilamente en el menú navideño ya que no aportarán demasiadas calorías que al no ser consumidas se transforman en kilos de más.
Es aconsejable por ejemplo, consumir de forma ocasional alimentos como paté que es rico en grasas y sodios, productos ahumados que se destacan por ser muy calóricos y contener gran cantidad de sal.
También los polvorones ricos en grasas y calorías, igual que tartas y budines y los famosos canapés que suelen servirse como entrada. Pequeños pero muy calóricos es aconsejable consumir solo dos o tres para no añadir demasiadas calorías.
Otros alimentos pueden consumirse pero con moderación como los tradicionales turrones, uno o dos trozos pequeños aportarán pocas calorías.
Licores y Cava, los primeros aportan gran cantidad de calorías en tanto que el segundo tiene muchas menos.
Las salsas tanto dulces como saladas suelen formar parte de muchos de los platos que se sirven en las cenas navideñas, por lo tanto consumirlas con prudencia es el ideal ya que son ricas en grasas.
Las gambas y langostinos son alimentos ligeros pero tienen el problema que aumentan los niveles de ácido úrico, por lo tanto hay que moderar su consumo.
Si se sirven quesos optar por los tiernos o semicurados que aportan menos grasas.
Por último existen alimentos que se pueden comer sin tanta moderación como el pavo y pollo ya que aportan proteínas y pocas grasas.
Las ensaladas son perfectas ya que son refrescantes, livianas y tienen efecto saciante sin aportar calorías.
Si se sirve pescado blanco puede consumirse sin problemas ya que además de ligero, pobre en grasas es además saludable y fácil de digerir.
En cuanto a los frutos secos puede comerse un puñado y sustituir otros dulces típicos que tienen muchos hidratos de carbono.
Organizar un menú navideño teniendo en cuenta estas opciones será más saludable y no habrá arrepentimientos posteriores al ver la balanza
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